El sueño y el descanso (artículo de Laberinto de Colores)

Es importante tener en cuenta las actividades que pueden organizarse para favorecer el descanso del niño. Algunas formas de contribuir al descanso pueden ser a través de: el juego, el ejercicio físico y la relajación.

Antes del descanso (ir a la cama), los padres deben proporcionar en primer lugar una actividad movida en la que el niño descargue toda la energía y justo antes de acostarse una actividad relajada.

Las alteraciones del sueño se producen cuando el niño se despierta por la noche, después de haberse dormido.

Los niños con alteraciones de tipo emocional, los niños muy activos o los muy interesados por cualquier cosa y que siempre están excitados, son los más propensos a despertarse durante la noche.

Muchas de las dificultades que tiene el niño se deben a la adaptación que el proceso evolutivo conlleva (dentición, momentos emocionalmente intensos, hambre, pañal sucio....).

¿Qué habrá que tener en cuenta?

- En primer lugar, al final de la jornada ha de evitarse cualquier tipo de excitación e ir preparando esa transición (actividad- descanso) de una manera suave.

- Se mantendrán constantes una serie de factores para que actúen de coordenadas orientadoras en esa conducta. Por ejemplo:

- Mantener un horario constante para irse a la cama.

- Seguir todos los días la misma secuencia antes de ir a la cama.

- Es importante que en su cuarto no haya nada que pueda distraerle.

En todo caso, , los padres deben tner presente que lo que hagan para atender al niño cuando se despierta por la noche la primera vez, probablemente tenga que repetirlo durante varios años.

Por lo tanto, es importante tener en cuenta estas consideraciones para elegir la pauta que se considere más apropiada, entre las que cabe destacar:

- Levantarse, coger al niño y llevarlo a su cama.

- Levantarse, coger al niño y acunarlo en brazos.

- Levantarse e ir hablar con el niño y relajarlo.

- Hablar al niño desde el propio dormitorio o desde el pasillo hasta que se tranquilice.